miércoles, 29 de junio de 2011

Una gran familia

Por: Carla Martínez Palacios

Son los últimos días de nuestra vida en la preparatoria. Hace tres años, habíamos empezado esta experiencia llenos de emoción y expectante por los 6 semestres que vendrían. Pensábamos que nos quedaban 3 largos años con miles de cosas por vivir. Pero ahora, nos damos cuenta que los adultos no mienten cuando nos dicen que “el tiempo se va volando” y que “la prepa es una de las mejores etapas de la vida y que teníamos que disfrutarla”. Cuando menos nos dimos cuenta esto ha llegado a su fin.

No puedo evitar que al hablar de esto, sienta un nudo en la garganta y los recuerdos de las risas y el tiempo juntos vengan a mí. Nos hemos convertido en una gran familia, y como no; si convivimos juntos cinco días a la semana, por siete horas al día, y si aunamos los viajes realizados, todos llegamos a convivir con todos.

Tuvimos buenas y malas experiencias, disfrutamos cada viaje evento y convivio; y sufrimos el estrés de los proyectos y exámenes. Pero sobrevivimos a todo unidos como un grupo. Claro que teníamos nuestras peleas, pero digo en qué familia no hay discusiones.

Crecimos sin darnos cuenta, cambiamos física pero también emocional y mentalmente. Rodeados por todos nuestros compañeros aprendimos a desenvolvernos y de cierto modo a aceptarnos. Llegamos a conocernos bien, sabemos cómo reaccionaría o pensaría cada uno de nosotros a diferentes situaciones. Nos convertimos en esa familia en donde nuestros padres y amigos eran los maestros, quienes exigían siempre lo mejor de cada uno; y aunque la mayoría de las veces no nos parecía, todo fue para hacernos crecer. En serio, mejor familia no me pudo haber tocado.

Aunque no lo quiera aceptar, el momento ha llegado, cada quien seguirá con su camino, pero de la prepa me llevo lo mejor. Me llevo a esos amigos inolvidables, los momentos mágicos y felices donde reía hasta que me doliera la panza, las personas y situaciones que me hicieron crecer (a veces no de la mejor manera), todos aquellos que estuvieron apoyándome en los momentos difíciles, los abrazos entre amigos, los chistes, las pijamadas, las lágrimas, peleas, reconciliaciones y podría seguir pero me llevaría toda la página.

Les quiero agradecer a todos por hacer la prepa una hermosa experiencia. A cada uno los recordaré y aunque tal vez deje de hablar con varios de ustedes, siempre estaré ahí. Sé que a todos les irá muy bien, porque son unas grandes personas, que alcanzarán sus metas. Espero en un futuro encontrármelos de nuevo, son sus sueños realizados y poder recordar lo sorprendentes que fueron estos años.

Odios esta parte de la despedida, porque nunca me enseñaron a decir adiós. Realmente me cuesta trabajo decirlo, y más si es a personas maravillosas que han sido parte de mi vida por tanto tiempo y me han hecho llegar a ser lo que soy.

Gracias a las Abis, sin ustedes no hubiera logrado pasar muchas veces, son unas grandes amigas. A las gemelis por ser siempre tan amables. A Oli y sus prácticos consejos. A Areli por ser tan alegre. A Mafer y Andreux por ser como son. A Iván, Toshi, Luis y Juanji, las clases no hubieran sido tan divertidas sin ustedes. A Toño y Jonathan por ser grandes amigos de risas y su apoyo. A Pepe porque siempre estuvo ahí para escucharme. Y claro está gracias a mis mejores amigas Moni, Dorita y Fer, en verdad, no encuentro las palabras exactas para describir nuestra amistad.

Gracias a todos los maestros por dar lo mejor y enseñarnos lo que saben. A los que más que maestrso fueron amigos, a Nancy y a Miguel. Gracias a todos, formarán lo que es, fue y será mi preparatoria. Y cuando en el futuro voltee hacia atrás, los recordaré con una sonrisa.
En serio, les deseo lo mejor del mundo a cada uno, que Dios los bendiga. Pase lo que pase siempre seremos 601.

:D

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