miércoles, 29 de junio de 2011

Son solo cuentos. . .

El fin de todo texto literario es dar a conocer algo, hacer que la gente obtenga conocimientos o que se enteren de alguna historia o una gran hazaña, en el caso de la mitología, es más para dar a conocer las creencias, costumbres y/o tradiciones de algún lugar, así como esos relatos de grandes batallas, conquistas y héroes, pero es más claro el objetivo de los cuentos, que queriendo dar una moraleja al lector, el escritor llama su atención usando personajes y circunstancias fantásticas y normalmente un poco infantiles, esos son, los cuentos de hadas.
La forma mas agradable y entretenida de leer algo que para otros resulta aburrido y tedioso es usando la imaginación ya que pueden apoyar el relato y hacerlo más evidente (la historia)
En lo personal, hasta el día de hoy, había creído que el cuento de “el Flautista de Hamelin” era solo una historia más para divertirse y que no quería representar nada, veo ahora otra cosa, tal y como se dijo antes, estos cuentos quieren dar a conocer algo, hoy percibí el mensaje, en aquellos gordos y satisfechos Hamelinenses con prósperos negocios y graneros llenos, puedo ver a la clase alta, revolcándose en su riqueza mientras que aquellos pobres ratones sin comida, ni trabajo, ni hogar, solo hacen lo que pueden por vivir, solo quieren un poco de comida, por lo que “los ricos” recurren a un humilde flautista para exterminarlos, una vez libres de problemas, estos “ricos” abusan de su poder para aprovecharse de aquel humilde músico quien aunque humilde, tonto no es, y toma venganza de aquellos tiranos que este cuento quiso representar como tal.
Los cuentos de hadas nos pueden impactar de múltiples formas, aunque depende de varias cosas, madurez, imaginación, estado de ánimo, eso también afecta la forma en la que percibimos el mensaje que se quiere dar, pero a pesar de todo eso, seguirán siendo cuentos, seguirán siendo historias, y seguirán implantando mensajes e imágenes en cada mente ya sea joven o adulta durante varias generaciones mas.
LUIS EDUARDO CRUZ CONTRERAS

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