jueves, 30 de junio de 2011

El último asesinato de Jean Baptiste

El siguiente pastiche se basará en libro “El perfume” escrito en 1985 por Patrick Süskind, es un libro que tiene como contexto mundial la peste bubónica, (Siglo XVIII, 1738; en Francia), y relata la vida de un joven que se llamaba Jean-Baptiste Grenouille, quién era huérfano y que desde pequeño todas las personas que lo rodeaban se dieron cuenta que era diferente a otros niños de su misma edad.
Baptiste, supo que era diferente a los demás cuando comenzó a darse cuenta que él podía percibir olores que no todos podían detectar tal fácil como él. Ésta fue la forma en que Baptiste descubrió el mundo por sí solo.
Grenouille estaba obsesionado con el aroma de las mujeres y al principio trata de averiguar de dónde proviene y por querer descubrir este aroma comienza a asesinarlas sin darse cuenta de lo que hacía. Así fue como es que muchas mujeres comenzaron a desaparecer y  esto provocó un gran temor en toda la sociedad ya que cada vez aparecían más mujeres muertas y con las mismas características de asesino.
Lo que pretendo hacer en este pastiche es fantasear un poco con la vida de Laura Richis, hija del conde Antoine Richis, ya que fue su última víctima.
Mujer que desde que conoció siempre le gustaba su olor e inclusive era una parte importante para poder hacer su perfume perfecto, pero como la conoció a una edad que toda vía no estaba lista entonces Jean Baptiste decide esperarla dos años, para poder completar con su perfume favorito.
Laura era una mujer muy bonita que según en mi pastiche siempre ha tenido la inquietud por conocer a Jean Baptiste y que en muchas veces ella sintiera como si supiera quién es. Y poco a poco se va enamorando de él gracias a los comentarios que hacían en el pueblo de él.
Al final de la trama en mi pastiche ellos terminan enamorados, el día que la conoce, es el mismo día que mata; primero comienza a olerla, después, cuando Laura y él se miran a los ojos y descubren que hay una gran pasión entre ambos y comienzan a dejarse llevar, pero en el momento en que Grenouille recuerda lo puede delatar ante la sociedad sabe que debe matarla, para que según él nunca se supiera quién era el que asesinaba a las mujeres; aunque días después, él también moriría.

Que fastidio, mi padre lleva actuando así ya más del mes, insiste en acompañarme a todos lados, no se había comportado así desde que mamá murió si mis salidas de casa eran restringidas solo por ser hija del conde, ahora son peor. Siento como si me pusieran una almohada en la cabeza y no la quitaran por muchos minutos, y la apretaran con tal fuerza que quisieran matarme; en casa, todas las servidumbres está más que nunca al pendiente de mí, es como si sintiera que todos quieren saber de mi vida, entrar en ella hasta tal punto que no puedo estar tranquila yo sola y tener un poquito de privacidad.  Y todo por la culpa del asesino que anda suelto.

Aunque claro, debo reconocer que es alguien muy inteligente y que tiene a todo el pueblo de cabeza, porque nunca sabemos quién será su próxima víctima, ¿cómo es que las elegirá esta vez?, ¿para qué las querrá esta vez?, ¿Por qué todas son mujeres?, oh! Son tantas las preguntas que tiene el pueblo, pero las mías son muchas más, como ¿Por qué todas son bonitas?, ¿Tendrá cómplices?, ¿Alguna vez habrá pensado en mí?, ¿Será que tuvo algo ver con cada una?...

Si es que las usa para cosas diferentes, saber cuál es el propósito de matarlas, pero algo que me intriga mucho más y que quizá puede resolver es: ¿Por qué es que les quita el cabello y la ropa y deja intacto el cuerpo?... de solo pensar eso me emociona mucho y hay momentos en los que quisiera que yo fuera una de sus víctimas, porque me encantaría conocerlo, cuestionarlo con mis mil preguntas, pero sobre todo, que me liberara de esta jaula de oro.

Algo que también me parece increíble del asesino es que aun teniendo a todo el pueblo sobre él, nadie sospecha de quién podría ser y su identidad la sabe ocultar muy bien, creo que si yo me pusiera a investigar podría decir quién es. Es como si lo conociera de toda la vida, he llegado a pensar que lo he visto, que quizá hemos interactuado algunas palabras, o que ha estado junto a mí.

Pero siendo así, creo que no tiene un buen gusto, solo se fija en prostitutas, en mujeres sin clase alguna, eso creo que debería dejar más tranquilo a mi padre, nuestra familia no tiene nada que ver con ese tipo de víctimas y yo me encuentro a salvo.

Él nunca se fijaría en una mujer como yo, hermosa, educada, con clase, llena de lujos. Esto a decir verdad me molesta un poco, porque realmente mis ganas por conocerlo son muchas, verdaderamente todo lo que hace mi intriga, me llena de impotencia de no tenerlo enfrente y preguntarle todo lo que se me ocurra.

Pienso que el asesino tiene razones bastante coherentes para acabar tantas muertes, quizá pudiera comprenderlo mejor si supiera esas razones, pero no todas las personas pueden entender eso. No es que lo esté justificando ni diga es que correcto lo que está haciendo, pero cada quien debe tener sus razones para hacer lo que hace.


Probablemente si yo tuviera un acercamiento con él, quizá no haría lo mismo pero lo apoyaría, claro, siempre y cuando esté de acuerdo con sus justificaciones para hacerlo.

… ¿Y si él es el amor de mi vida?, es que a veces  me emociona su comportamiento a tal grado que quisiera a veces comportarme igual, pero claro, como la hija del conde va a ser una asesina, eso me enfurece tanto, cargar con cosas que yo no pedí como esta, si fuera una niña de la clase baja sería diferente, quizá más feliz, con más libertades, sin tener a tantas personas a mi alrededor dependiendo de mis acciones.
Pero otras veces, su comportamiento me da miedo y por esa parte agradezco ser hija del conde, y tener tanta protección de mi padre y todos los que me rodean.
Una noche en la que mi padre no se encontraba en casa, sentí algo especial, como si fuera el anuncio de algo me pasaría mas tarde y me cambiaria la vida por completo. No me explicaba qué, solo sentía como si me estuviera ardiendo en pecho, pero tampoco comenté nada por temor a que me fueran a proteger más de lo que lo hacían, así que decidí dormirme temprano.
La madrugada de esa noche ocurrió lo que tanto esperaba, lo vi, sí, todo era como si fuera un sueño, apenas comenzaba a salir la luz del día pero algo me hizo despertarme antes, sentía una respiración junto a mí, como si quisieran saber de dónde provenía mi propio olor, al principio estaba aterrada, no tenía ni idea de quién podía ser, pero después de un largo rato abrí mis ojos y en ese preciso momento su mirada chocó con la mía, sentí como me penetraba su mirada, como si quisiera sacar de ellos mi olor… Pero por otro lado, en el momento en que lo vi a los ojos supe quien era, sin necesidad de palabras, todo comenzó a fluir como si supiéramos cuales serian las reacciones de cada los dos.
Pero de repente, algo ocurrió, él cambio su mirada hacia mí, comenzó a verme con una mirada tan cargada que me comenzó a darme miedo, de repente quise salir corriendo, pero tenía miedo de que me fuera a asesinar por haber corrido, no sabía qué hacer, sentía como si todo comenzara a darme vueltas, me tiré al piso, estaba aterrada, no podía gritar, los sonidos no me salían de la boca. Y de repente vi que algo filoso comenzó a salir de la bolsa de su pantalón ¡Era el cuchillo con el que mataría! Primero me comenzó a acuchillar, y pensé que podría escapar, pero no pude resistir tanto dolor y fue así como mi vida concluyó… Fernanda Báez Ramírez.

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