martes, 21 de junio de 2011

Macondo: El pueblo perdido

El pueblo que en un tiempo parecía ser uno de los más armoniosos, hoy sólo queda en la memoria de algunos.

Macondo se ubicaba al oeste de la Sierra Impenetrable y la antigua ciudad de Riohacha. Fue fundado por José Arcadio Buendía, su esposa Úrsula Iguarán y otros hombres cuando salieron decididos a encontrar una salida al mar, pero que después de veintiséis meses sin lograr su objetivo decidieron abandonar el proyecto y construyeron una aldea en el lugar donde se encontraban, no teniendo un motivo para regresar a Riohacha. 
La pequeña aldea que habían fundado, pronto se convirtió en la más ordenada y laboriosa que se puso haber conocido, era un lugar que por los recursos con los que contaba, prometía mucho más con el paso del tiempo.
Al sur estaban los pantanos, cubiertos de nata vegetal, y la Ciénaga Grande, que se confundía al occidente con el mar dónde habitaban cetáceos de piel delicada con cabeza y torso de mujer, según los gitanos. Y al norte contaba con una selva fructífera y extensa.
En sus primeros años fue un lugar muy hermoso, cada casa estaba situada con el cuidado de que pudiera llegarse al río y abastecerse de agua, además las casas estaban trazadas de una forma que ninguna casa recibía más sol que otra a la hora del calor. La aldea estaba llena de vitalidad no sólo por los habitantes, sino por los turpiales, canarios, azulejos y petirrojos que rodeaban la aldea.
Con el paso del tiempo, Macondo fue decayendo, por los estragos de la guerra, los problemas y errores cometidos por sus habitantes; las casas perdieron la vitalidad y poco a poco fue disminuyendo su número de habitantes, con esto, cada día se convertía más en un pueblo fantasma, sin dejar huella del pueblo vitalicio que antes era.
Los últimos días llegaron para dicho lugar con la fuerte tormenta de arena que se presentó en Colombia, algunas poblaciones sufrieron  daños severos, pero el lugar más afectado sin lugar a dudas fue Macondo, que fue destruido por completo. 
Al finalizar la terrible y devastadora tormenta, rescatistas viajaron a los distintos pueblos con el fin de socorrer a las personas que hubieran quedado atrapadas en sus casas, cuando trataron de llegar a Macondo, no encontraron el lugar, por lo cual los rescatistas se creyeron perdidos, pero después de dos días llegaron a la conclusión de que el pueblo fue arrasado por la tormenta sin dejar rastro alguno, como si nunca hubiera existido. 
Mucho tiempo se buscó en los alrededores, pero nunca se pudo encontrar persona alguna, sólo unos pergaminos junto al río, que hasta la fecha no se han podido descifrar.

Monserrat Cantón B.

No hay comentarios:

Publicar un comentario