jueves, 30 de junio de 2011

Reflexión y comparación de las películas “La vida de una cortesana” y “Nunca te vayas sin decir te quiero”

La vida de una cortesana y nunca te vaya sin decir te quiero son dos películas que a pesar de tener tramas diferentes podemos encontrar similitudes en ambas películas, tal es el caso de las culturas, la religión, la relación que existe entre madre e hijos, entre muchos otro temas.
Referente a la cultura en la película de “La vida de una cortesana” podemos ver cómo quieren forzar a la niña Lati (quien es la protagonista) a aprender canciones y cosas referentes a lo de las prostitutas como era su mamá, ya que decían en esta cultura que si habías nacido en ese ambiente, era ahí donde tenías que permanecer toda tu vida, por causa de tus vidas pasadas, entre otras cosas (cuando llegaban al prostíbulo era porque sus maridos las habían sacado de sus casas porque habían metido a otra mujer) ya que esas mujeres solo podían tener un solo hombre en sus vidas.
Por otro lado, en la otra película nos muestran la cultura de los judíos gracias a la familia “judía”, la cual tiene como niñera a una joven (la cuál es la protagonista de la película) que es una judía no ortodoxa mientras que la familia sí lo es, en esta familia nos muestra cómo es que los judíos tienen ideas muy diferentes a las de las personas no ortodoxas.
Algunas acciones destacadas de los judíos es que las mujeres no pueden tener faldas cortas ni ponerse pantalones porque son ropa de hombre, la biblia no puede tocarla cualquier persona, los hombres tiene caireles (uno en cada lado) y cuando salen deben portar una “kipá” o Solideo (que es el gorro que portan los judíos. Los colores que portan son opacos, como negro, azul marino, café, gris. Los hombres tienen la máxima autoridad en sus casas.
Alguna similitud entre ambas películas es que en ninguna piensan cambiar su cultura, pero tampoco piensan en informarse de otras y esto hace que de cierta manera forjen a sus hijos a querer seguir con sus costumbres aunque ellos no estén de acuerdo con eso.
La relación que hay entre madre e hija en la película de “La vida de una cortesana” es fría, sería, así como la que existe entre el niño pelirrojo y su madre en la película “Nunca te vayas sin decir te quiero”. Ya que son madres que son muy apegadas a su cultura: en la primer película (La vida de una cortesana) la mamá de Lati es una mujer que como ya mencioné antes vive en un prostíbulo donde lo único que les importa es nunca envejecer porque de lo contrario ya no podrán seguir trabajando, por lo que le interesa que su hija siga sus pasos de ser una cortesana y por eso es que tampoco la deja ir a la escuela porque piensa que así ya no tendrá quien la mantenga cuando sea grande, y cuando un señor que es muy rico en la India se interesa por Lati a su madre esto le convence aun más de no dejarla ir a la escuela porque decía que esta era la mejor forma de salir de su pobreza  y tener una mejor vida, y ya no vivirían en el prostíbulo.
En la otra película (Nunca te vayas sin decir te quiero) la mamá del niño pelirrojo es una mujer que es muy devota de su religión; como contexto de la película recién acabe terminar la segunda guerra mundial y esto, como hemos visto en otros ejemplos de la vida, afectó a muchas personas en el mundo sentimentalmente así como también moralmente.
Pienso que estas  películas nos pueden hacer reflexionar de una forma positiva para definir y luchar por lo quer queremos hacer, en la película de la vida de una cortesana, la protagonista, Lati pretendía ir a la escuela y ser algo más que una cortesana y sacar a su mamá de ese trabajo que era tan deplorable; pero gracias a que su mamá le prohibió continuar con sus estudios y la quería vender Lati decidió escapar e irse a vivir con su profesor, donde ahí sí podría estudiar y continuar con sus sueños.
Mientras que en la otra película nos dice cómo aprender a valorar el cariño de la gente y hacernos valer un te quiero antes de muertos a mil lágrimas después.
Fernanda Báez Ramírez

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