El libro 1984 de George Orwell está basado en una sociedad que sigue un régimen político totalitarista, que controla en todo momento a la población con base en las medidas más extremas, hasta el grado de poder penetrar en las ideas y el pensamiento de las personas haciéndoles creer todo lo que quiere y conviene al partido.
Claramente una de las bases de 1984 es la vida de la sociedad durante la Segunda Guerra Mundial y el comunismo totalitario, de esta forma George Orwell pone en el libro distintos elementos parecidos o iguales propios a un gobierno totalitario y socialista.
Un gobierno con ideología totalitarista utiliza distintos elementos para poder tener el control de la población; uno de estos es convertir a la sociedad en masa, utiliza un exceso de propaganda que favorece al partido, la población es vigilada por el gobierno y se elige a una persona representativa que habla todo el tiempo de los ”enemigos”.
En 1984 la sociedad sigue los ideales del Ingsoc, esta sociedad es convertida en masa, ya que interesa más que un solo individuo, por eso es fácil manipularla y se convierte en “la sociedad perfecta” que busca un totalitarismo. Para esto se siguen métodos que no sólo sometan a la sociedad sino consigan su afecto y apoyo, siendo esto un punto importante en la idea totalitaria.
Todos tienen que amar al Gran Hermano y utilizan los Dos minutos de Odio para descargar toda la ira en Goldstein (contrario del partido), la sociedad tiene ideas que el partido quiere, a excepción de Winston que es el protagonista de la historia y utiliza el doblepensar para librarse de ser descubierto, cosa que al parecer es difícil porque el partido logra controlar el pensamiento social.
La ciudad está rodeada de enormes carteles de la figura del Gran Hermano, con la inscripción de: el Gran Hermano te vigila, según la sociedad, se siente protegida por el Gran Hermano, pero en un gobierno totalitario, el exceso de propaganda sirve para crear una especie de efecto parecido a un mensaje subliminal.
A pesar de que se compara con un mensaje subliminal, no lo es, pues no esconde algún aspecto que es ligeramente percibido, al contrario, se puede percibir completamente la idea de las imágenes que buscan sensibilizar a la población con la patria.
La vigilancia en 1984 es extremadamente excesiva, donde pueden controlar todos los movimientos de la población, aplicando esto en el totalitarismo tendría una función como la policía secreta y los campos de concentración que tratan de controlar a un grupo de personas.
El Gran Hermano en el libro de 1984 era considerado como el héroe de todos, y que llevaba al progreso al país. Algo parecido a la función de Adolfo Hitler en la Segunda Guerra Mundial, además llenaban a las personas con ideas de que todo lo malo era causado por “el enemigo”, como los videos de la Segunda Guerra Mundial donde Hitler exhorta a la comunidad a luchar contra los judíos.
Julia es una mujer que al igual que Winston está en contra del Gran Hermano, pero no cree que se pueda hacer algo en contra del partido, ella piensa que tarde o temprano alguien con ideas diferentes sería descubierto y asesinado, por eso decide disfrutar de lo que tenía, y es ese pensamiento de conformismo el que muchas personas llega a tener en un comunismo totalitario.
Una de las ideas de Winston, era que los proles eran los únicos capaces de enfrentar al partido ya que conformaban a la mayoría de la población, pero eso era casi imposible debido a la falta de interés e ignorancia de estos, en una situación real, estos toman el papel del pueblo que puede manifestar su descontento y luchar, pero que es difícil durante un gobierno como el del libro.
O’Brien es un personaje que sabe lo que pasa en el gobierno porque es uno de los principales del partido, es una persona que al igual que los dirigentes no le importa el dinero sino el poder y representa a los líderes de un partido totalitario que tiene la única intención de someter a la comunidad.
Cuando Winston es capturado, utilizan las torturas más crueles enfrentándolo a sus peores miedos, para lograr hacerle un lavado de cerebro y cambiar sus ideales haciendo que finalmente ame al Gran Hermano. No es exactamente la forma en que se maneja esto en un régimen totalitario, pero refleja la barbaridad e inhumanidad de las personas hacia otras en una situación similar.
El libro de 1984, deja un sabor de pesimismo y desesperanza de la sociedad que hasta cierto punto es muy cierta, convirtiendo al propio libro en un análisis de organizaciones atraídas por el deseo de poder, dejando a un lado la libertad de la humanidad.
Monserrat Cantón B.
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