martes, 21 de junio de 2011

Reflexión: El retrato de Dorian Gray

Durante la Inglaterra del siglo XIX, los gustos eran diferentes, la forma de hablar extraña para nosotros los “contemporáneos” pero los hombres seguían siendo hombres, y será así hasta el fin de los tiempos.
Dorian Gray, un hombre reconocido por su belleza, demostró poseer los mismos deseos y pensamientos que nos representan como humanos.
Un hombre que con su historia, mostró algunos valores de la vida, cosas que uno puede encontrar buenas o malas.
Tal vez, sólo tal vez, Oscar Wilde escribió un libro que no sólo podía exponer sus sentimientos ocultos usando a un personaje ficticio como proyector de éstos.
Independientemente de un par de frases que en el libro me cautivaron, en el libro reconocí y tomé en cuenta algunas “opiniones”.
El valor de una amistad, de un amigo como Lord Henry, una persona que sepa escuchar, que proteja, que aliente a la superación personal, o que aporte buenas ideas y pase tiempo con uno.
Un engaño amoroso, el aprender a reconocer un amor que no es como tal “hacia ella”, sino a algo que ella posee, pero que en cualquier momento pudiese desaparecer, llámese belleza, llámese dinero o llámese talento, no me gustaría enamorarme de una actriz, cuando sólo me he enamorado de su acto.
La importancia de la prudencia, pues es decisión de uno el escoger bien las palabras a la hora de hablar y escoger de qué se va a hablar, pues es muy importante el no decir algo que pueda herir, asustar o poner en riesgo a terceros; no es bueno a veces, revelar todos los secretos por que pueden ser estos secretos, palabras que puedan hacerte pasar vergüenzas, herir a alguien especial o incluso provocar tu muerte, con Basilio fue suficiente, no es agradable pensar en otra “confesión de muerte”.
El ser cuidadoso con quienes te involucras y saber que toda acción conlleva a una reacción, que en este mundo nuestro hay muchas personas más, además de quienes te rodean e interactúan contigo, y que nunca hay que atentar contra ninguna de éstas pues no se sabe si alguien en su nombre pueda reaccionar y provocar más daño a uno, de lo que uno puede haberle ocasionado o nombrado. No todos tenemos la suerte de eliminar a nuestros agresores en un simple día de caza.
Que un alma tranquila significa un cuerpo rebosante y una buena salud, desde la infancia, uno siempre cargará con recuerdos de vida, tesoros memorables que cargarán en el cuerpo y alma de un individuo muchos sentimientos diferentes, ya sean de nostalgia, de ira, de alegría, etcétera.
Son estos sentimientos, los que tendrán la labor de formar o deformar la vida de uno, cada uno a su manera, la alegría nos dará una buena cara y un cuerpo vivo a través de los años, el miedo y los nervios, una tez de preocupación y un cuerpo enfermizo, el odio nos dará una figura rígida, fría, “sin corazón”, y el control de estas emociones es algo que debe ser prioritario, por suerte hay gente que se dedica profesionalmente a tratar este tipo de problemas, y he considerado el visitar a uno de ellos, y así poder consultarme a mi mismo, poder saber si estoy bien o si hay algo que me atormenta, sé que un par de cosas me preocupan, ahora sólo quiero saber qué… no todos tenemos la oportunidad de ver la cara de nuestra alma en un retrato, espero, la mía no se encuentre en tan mal estado como la de Dorian Gray.


Luis Eduardo Cruz Contreras

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